El movimiento corporal humano es de una riqueza extraordinaria. Las posibilidades que tiene para moverse son infinitas, como demuestra un diseño constituido por más de 200 huesos, 650 músculos y unas 350 articulaciones. El cuerpo humano está diseñado para el movimiento, de eso no hay duda, sin embargo, la calidad de nuestros movimientos empeora con el paso del tiempo y lo que es peor, disminuye la variedad de movimiento corporal disponible.
El ejercicio físico fortalece los músculos y eso es, sin duda, muy importante, pero una cosa es fortalecer la musculatura y otra es fomentar la extraordinaria diversidad del movimiento corporal. Muchas personas entrenan sus músculos a diario y sufren lesiones no relacionadas con la fuerza de sus músculos, sino con los movimientos que realizan, o con la forma de realizar esos movimientos.
Los deportistas de élite saben bien que lo que los diferencia de un aficionado al deporte no son las horas de entrenamiento, sino la atención refinada con la que observan, atienden y escuchan su cuerpo. Solo así consiguen aumentar la variedad de movimiento corporal disponible y usarlo en el momento adecuado.
¿Cómo evitar la pérdida de movimiento corporal..
y aumentar la diversidad de movimiento?
Lo conseguimos prestando atención a muestro cuerpo, desarrolando la atención y la conciencia corporal.
¿Qué hacemos cuando nos movemos? ¿Cómo nos movemos? La mayoría de nosotros usamos el cuerpo como una herramienta para desplazarnos, alcanzar cosas y solo prestamos atención si aparece dolor, si perdemos la forma…
Desarrollar conciencia corporal es fácil pero también exige dedicación. Unos minutos al día son suficiente y los cambios son inmediatos.
¿Recuerdas cómo te movías cuando eras más joven? ¿Hacias el pino, trepabas a los árboles o simplemente podías sentarte en el suelo con facilidad?
Es posible recuperar el movimiento perdido.
Si, es posible. Sin darnos cuenta perdemos movimiento y poniendo atención lo recuperamos.
En los próximos días, presta atención a cómo te levantas de la silla. Dedica unos minutos a observar qué movimientos has hecho para levantarte, cómo lo has hecho. Y no te preocupes si no notas nada, eso es lo normal al principio, simplemente lleva tu atención hacia aquellas partes del cuerpo donde observes movimiento. Nada más por ahora. Ese es un buen comienzo.
Y si este artículo te ha interesado, déjame un comentario y dime si recuerdas algún movimiento que hacías antes y ahora no consigues hacer.
Gracias
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