
Hacer deporte con regularidad , seguir una buena dieta, dormir lo suficiente y tener un entorno social con amigos y familiares en quien poder confiar son las consignas de la buena salud pero hay algunos hábitos culturales muy arraigados que pueden tener un impacto negativo en el desarrollo personal y la salud. Uno es pensar que lo más rápido es lo mejor. Vivimos en una cultura que adora la velocidad y aunque muchos intuimos que vivir con prisa no es saludable, resulta complicado mantenerse al margen, frenar y llevar tu propio ritmo. Ir más despacio permite darte cuenta de lo…